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image Ya sea que trabajes en una empresa o que tengas la posibilidad de desempeñarte como “freelance” hay factores que salen fuera de tu control que pueden hacerte perder tu trabajo o tus clientes (principalmente decisiones gerenciales, económicas o de “salud” de la empresa). Sobre tales cuestiones puedes no tener manera de remediarlas, pero hay elementos que tu si puedes evitar para que al momento de algún recorte o decisión “drástica” tu no seas el desafortunado elegido al que le “corten la cabeza”.

Evita pues:

1. No llevar un registro de tus logros

Imagina que el jefe esta decidiendo entre mantenerte a ti o a tu compañero de departamento o área. Los llama a los dos y les pregunta “Por qué razón debería de mantenerte a ti en el puesto en lugar de a tu compañero?”. Si en ese momento no tienes nada que pruebe o confirme tu desempeño y logros seguro es que ya no habrá oportunidad de demostrarlo después. “Hasta la vista Baby!!”. El mantener esta lista puede incluso servirte en caso de que quieras solicitar un aumento, ya que es buen elemento para negociarle a tu jefe o cliente los beneficios que has traído a la compañía. También te puede servir si tienes otra entrevista de trabajo, porque, quien mejor para hablar de uno mismo? Complementa de esta forma tu Curriculum. Apunta todos tus meritos y logros porque tu memoria podría fallarte en algún momento crucial.

2. No mantener tus habilidades y conocimientos actualizados.

Cualquier sector o mercado siempre se encuentran en constante evolución buscando sobrevivir o superar a la competencia. Demuestra a tus jefes o clientes que tu eres el poseedor, no solo de la experiencia, si no de la capacidad y conocimiento de las tendencias actuales que valen peso por peso lo que invierten en ti. Hazles saber que eres una inversión y no un gasto.

3. No entregar resultados

Al final todos los buenos negocios se definen por las utilidades que obtienen. Si tu solo contribuyes al gasto operativo de la empresa en lugar de generar ganancias para la misma, es un hecho que serás “cortado” en pro del beneficio de la compañía.

4. Eficiente no es lo mismo que Efectivo

Aquellos que piensan que enviar un email es mejor que hablar directamente con la gente, cometen el error de no reconocer la importancia de la intercomunicación directa y personal. En este ambiente competitivo y de tan “Alta Tecnología” en que los procesos se automatizan,  un elemento importantísimo que puede mantenerte a flote son las “relaciones humanas”. Los jefes sienten menos remordimiento en “sacar” a quien no conocen o no han tratado que a alguien con quien se relacionan frecuentemente.

5. Pensar que eres irremplazable

No hay lugar para las “Divas” en los ambientes de trabajo. Millones de personas están en búsqueda de oportunidades y seguramente habrá mas de una que pueda hacer las cosas que tu haces o incluso mejor que lo que tu las haces.

6. Saber todas las respuestas

Conocimiento es poder. Profesar que lo conoces todo puede obstaculizar tu carrera al mostrar que no tienes interés en aprender nuevas métodos o desarrollar nuevas ideas. Para mantenerte a flote en estos días tienes que tener la humildad para hacer preguntas y mantenerte abierto a ideas generadas por otros.

7. Rodearte de "Imitadores”

Un viejo adagio dice: Dime con quien andas y te diré quien eres. Si estas rodeado de personas que buscan imitar tus actividades seguramente los gerentes te reemplazaran por alguien que busque alentar y promover las capacidades individuales de su equipo y no los vicios que otros imitan.

8. Tomar todo el crédito

Honor a quien honor merece. Algunos directivos tienen la suspicacia necesaria para saber cuando la labor fue realizada de manera grupal. Si reconoces y das crédito a quien corresponda, los gerentes sabrán que eres alguien que juega en equipo y con la camiseta puesta. Además veras que tus compañeros apreciaran el reconocimiento que les des.

9. No usar el “colmillo” para brillar

Seguramente el directivo no tiene la posibilidad de saber que es lo que hace cada empleado o proveedor, así que, como sabrá cuan valioso eres para la empresa? a menos que se lo digas. No es necesario que se lo digas de viva voz, solo deja que tus colegas tengan los medios (reportes, boletines, etc.) para que conozcan cuales son tus logros. Reconoce el valor que tiene el que otros hablen bien de ti.

10. Perder la perspectiva

Aquellos que fallan en reconocer los eventos a corto plazo por instalarse en su propia perspectiva  están destinados a fracasar.
La gente con intuición para los negocios, sabe reconocer cuando es necesario el consejo de algún amigo, colega o incluso de algún consejero de negocios, que desde su perspectiva nos haga ver otro ángulo del problema. El reconocer que no eres perfecto te ganará respeto.

 

Traducción libre del post de Rachel Zupek en Career Builder

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